En las comidas diarias nunca deben faltar las verduras y legumbres, por eso, hoy le daremos algunos trucos para que estén frescas y no marchitas.
CONSEJOS:
Si la verdura fresca tiene zonas marchitas o manchadas, quite los bordes oscuros. Rocíela con agua fresca, envuélvala en una toalla y póngala en la nevera durante una hora aproximadamente. Para mejorar el aspecto de una lechuga marchita, póngala en un recipiente con agua fría y zumo de limón y déjela en la nevera durante una hora. O mójela rápidamente, primero en agua caliente y luego en agua helada con un poquitín de vinagre de sidra.
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