Padre e hijo, negocio de verdad
Allan Gutiérrez.

Marlen Pérez | DIAaDIA

A veces hacer realidad los sueños se hace un poco difícil, pero Allan ha demostrado que la fe y el esfuerzo todo lo pueden. Osvaldo y Allan Gutiérrez son padre e hijo y, además, colegas en un negocio familiar: la venta de legumbres y verduras.

Con la amabilidad que los caracteriza y que mantiene a sus fieles clientes en su negocio, se trasladan diariamente desde el distrito de La Chorrera hacia la 24 de Diciembre, donde tienen su puesto de venta desde hace un par de meses.

La venta de mercancía en un lugar estable, comenta Allan, es algo nuevo para ellos, puesto que su padre siempre se dedicó al expendio de mercancía en abarroterías y supermercados, pero debido a la difícil situación económica que enfrenta el país, decidió emprender su negocio propio y en un lugar estable como la 24 de Diciembre, porque asegura que el movimiento comercial en el área es muy bueno.

Favorablemente, Allan espera ayudar a su padre durante estos meses para cursar a principios del otro año la carrera de Administración Portuaria, y cumplir uno de sus más anhelados sueños.

Todos los días desde las 5: 00 de la mañana emprenden camino desde La Chorrera para más tardar, a las 6: 30 a.m. sacar la mesa y colocar la mercancía a disposición de la clientela. Aunque es un poco agotador, Allan considera que es un trabajo honrado y bastante agradable, ya que la constante interacción con la gente lo han ayudado a ser mejor persona.

Con los fuertes aguaceros, comúnmente en esta época, comenta Allan que se han dado ocasiones en que tienen que guardar la mercancía y quedarse en el auto a esperar que escampe, lo que es un impedimento para que durante ese día puedan llevar el sustento a casa, pero agradece mucho a Dios que al menos tienen la oportunidad de un trabajo honrado.

FRUCTIFERO

Aunque reconoce que es agotador, en un día bueno pueden ganarse hasta más de 50 balboas.

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