Los secretos de Mamá Lala
Mamá Lala.

Marlene González Small | DIAaDIA

"Cuando se está en la vida, se tiene que ser noble de corazón". En una esquina del mercadito de Calidonia se encuentra Eulalia Hernández, mejor conocida por sus clientes y amigos, como "Mamá, señora o tía Lala".

Aunque se dedica a la venta de raspadura, cabanga, miel de caña, achiote, limones, entre otros productos, sus clientes consentidos son los niños.

Mamá Lala, aparte del gran cariño que siente por ellos, debido a que tiene nietos, los cura cuando están enfermos, dándoles medicinas caseras como el aceite preparado a base de coco, tortuga, miel y algunos secretos que incluye este medicamento natural, que sirve para curar el asma y la bronquitis.

Pero, ella no sólo le quita el asma, también el mal de ojo, a punta de santiguo y santo remedio.

"Siempre se debe ayudar al prójimo", es la frase que más utiliza Mamá Lala, que tiene 59 años, y su oficio es herencia de su padre, quien era el dueño del local.

Además de este pequeño negocio, que es el sustento del hogar, heredó las enseñanzas y secretos que comparte con sus clientes cuando necesitan algún remedio casero a base de plantas medicinales.

Aunque no siempre llega temprano a su puesto, hay quienes la andan buscando o esperan a que llegue.

Donde "Tía Lala" se puede encontrar raspadura, con ropa o sin ropa, es decir, envueltas con hojas o no. También naranjas, jengibre, pero sobre todo, el cariño que les da a sus clientes.

NIñOS

El santiguo y el jarabe para los niños es gratis, cuando es para un adulto se les cobra B/.2.50.

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