Está desesperada y se siente atada de manos. La pobreza es su mayor inconveniente. Su anhelo más grande es que su hijo llegue a ser un profesional y le ayude; sin embargo, ese deseo lo ve truncado. María Sobeno indicó que su hijo Jacobo Santos, de 14 años, heredó una extraña ceguera. Ella lo notó desde chico, puesto que a cada rato se estrellaba con la pared. Con el pasar de los años la ceguera ha empeorado. Jacobo asiste a la escuela y sus calificaciones son buenas, pero se entristece al saber que quedará ciego.
De noche no ve nada. Sobeno acotó que ha recurrido al Hospital del Niño y al IPHE, y le han dicho que su problema ya no tiene cura, por lo que clama al Todopoderoso una oportunidad para su hijo.
|