Esto es así: todos los de buenos sentimientos queremos que la niña Mónica Serrano aparezca. Punto. Pero si usted quería comprobar como los medios, muy en especial las televisoras y ciertos programas radiales de los "opino-de-todo", juegan con su propia credibilidad, con el dolor de una familia y con las emociones de su audiencia, la 'traginovela' que nos presentaron el viernes con este caso es la mejor prueba.
Fue patético el irresponsable espectáculo que nos dieron TVN y Telemetro. Ninguno de los dos canales midió el impacto que puede tener en una familia que sufre el show tan dantesco que armaron el viernes buscando ratings aprovechándose del dolor y la esperanza de esa familia. Las coberturas fueron de espanto. ¡Se lanzaron sin paracaídas!
En Telemetro tuvieron el irresponsable desliz de decir al aire, y con cizaña incluida, que "un abogado allegado al caso dice que en Ecuador viven familiares de los padres de Mónica". Ante semejante irresponsabilidad, los padres aclararon que no tienen familiar alguno en ese país. El Secretario de la Procuraduría dijo que, de ser cierto, los abogados habían omitido información importante en el caso. Al ver la metida de pata y gaznatada de responsabilidad pública que le dieron los padres de Mónica y el Secretario, los presentadores de Telemetro hicieron mutis y después, con descaro, decían que "como medio responsable manejaban la información del caso con cautela". O no saben lo que significa cautela o se estaban burlando de todos nosotros. ¡Qué bárbaros!
En TVN, la cosa no era mejor. Su presentador histérico, sobreactuado y despertando expectativa repetía como loro una y otra vez lo mismo sin decir nada más. Directos desde varios puntos y en todos invitaban y jugaban a ilusionar. Repetían una y otra vez, lo que ya habían dicho, demostrando que la improvisación se les perdió a ellos. Estaban rellenando pantalla sin contenido. Entrevistaban por entrevistar y hacían preguntas como para regresarlos a kinder. Entrevistaban a sus propios periodistas como si fueran los protagonistas de la historia. ¡Dejen el protagonismo! ¿Son periodistas o qué?
Por mucho que digan y hoy quieran justificar lo contrario, ambos noticiarios olvidaron el dolor de los Serrano. Olvidaron que son padres que han perdido a una hija. Olvidaron lo horrible que debe ser no saber de un hijo. Desinformaron y olvidaron que podía pasar, lo que en efecto pasó, que la niña no fuera Mónica. Olvidaron el papel que como periodistas deben jugar: primero investigo, luego informo.
Ambos equipos "casi" confirmaban que sí era Mónica la niña encontrada. En una de las emisiones desde la casa de los Serrano, una periodista transmitió su show y comparó fotografías alimentando la ilusión toda una familia. Los directores de noticias en su adicción a ganar ratings no midieron ni cuidaron lo que decían sus presentadores. Los presentadores se olvidaron de los padres de Mónica y alimentaban más su entendible esperanza a pesar de que las autoridades habían pedido respeto a la familia. Ambas pantallas (2 y 13), presentaron programas especiales sobre el caso y ninguno esperó, responsablemente, a que se dieran los resultados finales del ADN. ¡Show y más show!
¿De qué credibilidad hablan ante semejante muestra de irresponsabilidad? ¿Qué clase de periodista es aquel que se olvida que en el medio estaba involucrada una niña que fuera Mónica o no, es panameña? ¿Qué capítulo de esta traginovela viene ahora que se sabe que los resultados arrojaron lo contrario? La credibilidad y responsabilidad periodística también se extraviaron y quien sí apareció fue la irresponsabilidad informativa de estos canales.