HISTORIAS
Si nunca

Redacción | DIAaDIA

Estaba muy triste porque al día siguiente viajaría a la capital a estudiar en la universidad. No quería dejar a mis padres, a mis amigos y, sobre todo, a esa muchacha que era mi novia.

Fue ella quien precisamente me dio la valentía para partir, cuando me escribió la carta que todavía guardo, y en la que me decía:

Si nunca rompes un racimo de uva en el lagar, nuca tendrás un racimo de vino sobre tu mesa.

Si nunca te arriesgas a perder, nunca te das la oportunidad de ganar.

Si nunca afrontas la pena de partir, nunca conocerás la alegría del regreso.

Si nunca sufres muriéndote en la siembra, nunca gozarás renacido en la cosecha.

Si nunca te duele bajo el peso de tu culpa, nunca saborearás el alivio del perdón.

Si nunca mueles los granos de tu trigo, nunca conocerás el sabor del pan.

Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres, nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.

Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes, nunca sentirás que lo tienes libremente.

Si nunca estás dispuesto a morir por una causa, nunca sabrás para qué vives.

Si nunca encaras tu pena y dejas de reír para llorar, nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.

Si nunca te arriesgas a cruzar el río, nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla.

Eso decía esta carta que todavía guardo, y que ahora leo junto a la mujer que la escribió, y hoy es mi esposa.

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