La selección de Portugal realizó ayer un breve entrenamiento, cerca de Múnich, en un ambiente de alegría y confianza, pese a la derrota contra Francia en semifinales. Mientras tanto, el técnico Luiz Felipe Scolari insistía en que están "muy orgullosos" con lo conseguido en Alemania.

Mañana viernes, el equipo luso trabajará ya en Stuttgart, donde jugará el sábado el partido por el tercer puesto del Mundial contra Alemania.

Scolari transmitió un mensaje de agradecimiento a todos los que han colaborado en el desempeño del equipo en el Mundial, donde ha llegado a semifinales por primera vez en su historia.

El técnico brasileño arengó a sus jugadores, para que encaren con optimismo el partido que falta y agradeció también al público alemán la simpatía que ha demostrado hacia la selección portuguesa.

"Quiero dar las gracias a todas las personas que en Portugal no se han cansado de darnos su apoyo. Ahora, no porque hayamos perdido vamos a bajar la cabeza. Hemos perdido frente a una gran selección, y el fútbol es así. Damos las gracias a todos los que nos han apoyado, en Portugal y en el resto del mundo", dijo.

Con respecto a la hospitalidad alemana, Scolari dijo: "Debemos también agradecer a Alemania la perfecta organización del campeonato y la forma en que nos han tratado, especialmente en el hotel de Marienfeld. Siempre nos hemos sentido en casa".

Scolari dijo que le hubiera gustado enfrentarse a Alemania, pero no el sábado, sino el domingo (en la final). "Preferíamos que hubiera sido en la final, pero aunque se trate del partido por el tercer puesto, es un enorme orgullo estar aquí. Vamos a intentar hacer un buen juego", concluyó.