"El Felino" rompe el silencio
Guillermo Jones expresó que se siente bastante recuperado, y que no ve la hora para regresar al gimnasio.

Elisinio González G. | DIAaDIA

Herido, casi de muerte, el boxeador colonense, Guillermo "El Felino" Jones, no podía resistir el dolor que le provocaban las puñaladas... esas que se le clavaban en el corazón cada vez que leía lo que se hablaba de él, en el periódico DIAaDIA.

Jones, acostado en una de las camas del hospital Manuel Amador Guerrero de Colón, respiró profundamente en busca de fuerzas y así fue como le pidió el favor a su esposa, Lizka, para que llamara a la redacción de deportes de Editora Panamá América (EPASA).

Fue en ese instante que se rompió el silencio... ese que estaba matando, muy dentro de su alma a Jones.

"Todos los de la Cuadra Los Rockeros, los entrenadores Francisco Arroyo y Celso Chávez, hasta mi apoderado, Rogelio Espiño, son unos mentirosos. Todos ellos sabían desde el sábado que yo no iba a poder pelear en Estados Unidos, porque me había enfermado", dijo ayer Jones, vía telefónica desde Colón.

Sin vacilar, el púgil colonense aclaró las razones por las que se enfermó y el asunto del sobrepeso por el que atravesó, antes de caer hospitalizado.

"Yo no iba a poder pelear por el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), porque había descuidado mi peso cuando mi hijo se enfermó. Yo le dije a Rogelio Espiño que no andaba muy bien por lo de mi hijo. Entonces, él me dijo que trabajara y que hiciera hasta lo imposible para poder cumplirle a la gente de Estados Unidos. Yo me interné en el gimnasio, pero no estaba bajando de peso como los entrenadores querían. Así fue que ellos empezaron a buscar otras fórmulas, como tomadera de pastillas, sauna y purgantes", agregó.

Otra voz se escuchó en la entrevista. Nuevamente, después de tres segundos, "El Felino" arremetió contra la Cuadra Los Rockeros.

"Ahora yo estoy leyendo que se están limpiando las manos, que Celso Chávez me estaba esperando en el aeropuerto el martes y que el otro no sabía. Todos sabían que yo no iba a poder pelear", expresó.

ESPERA RESPUESTA

Mañana, si Jones no hubiera sido hospitalizado por tener problemas con el potasio y la presión, estuviera disputando el título Crucero de la FIB en Estados Unidos ante el local Steve Cunningham.

Sin embargo, Jones se siente hoy positivo, porque está a la espera de una respuesta de la gente de Don King.

"Es muy probable que hoy me estén llamando para darme la nueva fecha por el título de la FIB. Ellos tienen el fax de todos mis exámenes y me creyeron, gracias a mi esposa, quien fue la que los envió, no Espiño, quien nunca lo hizo", explicó.

YA NO ES ROCKERO

"El sábado, Rogelio Espiño le dijo a mi esposa que él no tenía el interés de trabajar más conmigo", dijo Jones.

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