Su madre espera que se resuelva el caso. (FOTO: HERMES GONZALEZ)
Nayeli Williams
| DIAaDIA
¿Cuánto tiempo debe esperar un menor de edad para ser feliz? ¿Por qué un niño debe pagar los errores de otras personas? ¿Por qué la justicia tarda tanto en resolver la situación de niños en riesgo social?
Ha pasado un año desde que en julio de 2009, fue encontrada una niña panameña en Ecuador, tras ser confundida con la desaparecida Mónica Serrano.
Desde ese entonces se ha iniciado una serie de investigaciones y batallas legales por su custodia. Pero en medio de este proceso, está una niña que espera silenciosamente que se resuelva su situación para poder vivir en un hogar, como Dios manda.
La pequeña, de diez años, ha estado en albergues y hogares sustitutos, sin tener un hogar estable. Sin embargo, esta historia es harto conocida, no así la de cientos de niños más que viven en este estado.
LA HISTORIA
A principios de julio del pasado año, la posible recuperación de Mónica Serrano, una niña de un año y medio que fue raptada en Vista Alegre, Arraiján, el 8 de febrero del 2003, llenó de esperanza a su familia y al país. Seis años después encuentran en Ecuador una niña con características similares a la desaparecida, pero al realizar las pruebas se descubrió que no era ella.
Más adelante se descubrió que esa niña era hija de Karina Castillo, una joven que a los 13 años quedó embarazada de un joven ocho años mayor que ella. Por falta de dinero tuvo que darle la bebé, a los dos días de nacida, a María Medina, una señora ecuatoriana que tenía un kiosco cerca de la casa de Castillo en Santa Librada, provincia de Darién. Ella se la llevó a Guayaquil, Ecuador.
Al descubrirse el caso, la niña fue sacada del hogar en donde era criada en Ecuador y pasó a manos de las autoridades de ese país, y el 12 de diciembre del 2009 llegó a Panamá.
QUIEREN RECUPERARLA
En un aposento pequeño y humilde vive Karina Castillo, de 23 años, junto con sus tres hijos de cuatro años, uno y medio y de cuatro meses, y su pareja actual. Ella, asombrada por la llegada de DIAaDIA, afirmó no saber nada de las investigaciones. Sólo recordaba con gran tristeza el día que la llamaron del Juzgado de Familia en Metetí para avisarle que en dos meses iban a hacer el juicio que determinaría con quién se iba a quedar la niña, pero ese tiempo ya pasó y no le han dado respuestas.
No cuenta con abogado que la represente, ni ha podido comunicarse ni ver a la pequeña.
A diferencia de años atrás, Karina se siente en capacidad de criar y brindarle una buena educación a su hija, a pesar de que nunca ha trabajado y depende única y exclusivamente de su pareja, que labora como maestro en una escuela. Él está dispuesto a criarla.
NO MANTIENEN COMUNICACION
Luego de que María se llevó a la niña del país, Karina no ha mantenido comunicación con ella y asegura no tenerle rencor, pero hizo la aclaración de que nunca le regaló a la niña.
ÚNICA ESPERANZA
A diferencia de Karina, Jorge Mitre, de 28 años, y padre de la niña, no tiene más hijos. Él vive también en Santa Librada y está unido.
DIAaDIA llegó al lugar, pero Jorge no estaba y su pareja dijo estar dispuesta a aceptar en la familia a la hija de Mitre.
NO SABIAN NADA
Por su parte, la profesora Eva Griselda Muñoz Tomalá, ex cuñada de Medina y quien tenía bajo su cargo a la menor de edad, no sabía que la niña se encontraba en un albergue.
En medio del llanto, le pidió encarecidamente a las autoridades panameñas que le devuelvan a la pequeña para seguir brindándole amor y cariño.
Los Muñoz han optado por poner una foto de la niña en la sala, esperando su llegada.
Fernando Muñoz, hijo de Medina, dijo que su madre quiere recuperarla, pero no tiene dinero para seguir luchando por ella. Por eso regresó a España, en donde labora.