
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Es primera vez que veo tantos animales en medio de la ciudad. Es muy bonito tener la oportunidad de apreciarlos”.
Ana Tuñón
“Esto es maravilloso, poder ver estas reses en Atlapa y tocarlas es fantástico. Ojalá que hagan este congreso más seguido”.
Ángela Tejada
“Este contraste que le da el ganado a la ciudad es impresionante. Nunca había visto tantas reses en la ciudad”.
Manuel Miranda
Las personas van para ver las reses.
Pedro cuida con celo a sus animales.
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Es primera vez que veo tantos animales en medio de la ciudad. Es muy bonito tener la oportunidad de apreciarlos”.
Ana Tuñón
“Esto es maravilloso, poder ver estas reses en Atlapa y tocarlas es fantástico. Ojalá que hagan este congreso más seguido”.
Ángela Tejada
“Este contraste que le da el ganado a la ciudad es impresionante. Nunca había visto tantas reses en la ciudad”.
Manuel Miranda
Las personas van para ver las reses.
Pedro cuida con celo a sus animales.
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Es primera vez que veo tantos animales en medio de la ciudad. Es muy bonito tener la oportunidad de apreciarlos”.
Ana Tuñón
“Esto es maravilloso, poder ver estas reses en Atlapa y tocarlas es fantástico. Ojalá que hagan este congreso más seguido”.
Ángela Tejada
“Este contraste que le da el ganado a la ciudad es impresionante. Nunca había visto tantas reses en la ciudad”.
Manuel Miranda
Las personas van para ver las reses.
Pedro cuida con celo a sus animales.
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Es primera vez que veo tantos animales en medio de la ciudad. Es muy bonito tener la oportunidad de apreciarlos”.
Ana Tuñón
“Esto es maravilloso, poder ver estas reses en Atlapa y tocarlas es fantástico. Ojalá que hagan este congreso más seguido”.
Ángela Tejada
“Este contraste que le da el ganado a la ciudad es impresionante. Nunca había visto tantas reses en la ciudad”.
Manuel Miranda
Las personas van para ver las reses.
Pedro cuida con celo a sus animales.
Más de 400 reses adornan el corazón del corregimiento de San Francisco, específicamente en Atlapa.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Es primera vez que veo tantos animales en medio de la ciudad. Es muy bonito tener la oportunidad de apreciarlos”.
Ana Tuñón
“Esto es maravilloso, poder ver estas reses en Atlapa y tocarlas es fantástico. Ojalá que hagan este congreso más seguido”.
Ángela Tejada
“Este contraste que le da el ganado a la ciudad es impresionante. Nunca había visto tantas reses en la ciudad”.
Manuel Miranda
Las personas van para ver las reses.
Pedro cuida con celo a sus animales.
Más de 420 cabezas de ganado Brahman han convertido al ATLAPA, que suele ser utilizado para grandes conciertos y elegantes eventos, en su hogar; allí sus cuidadores los bañan, los alimentan y le limpian sus camas (capa de arena y paja).
Uno de esos cuidadores es Pedro Ábrego, quien trabaja para la hacienda Don Hermes Rodríguez, ubicada en Guayabal de las Palmas de Veraguas.
Para Ábrego, el primer día fue el más difícil para los animales, más que todo por el viaje que hicieron parados desde Veraguas, ya que estar en la ciudad no es mayor problema para el ganado, porque están acostumbrados, pues se la pasan de feria en feria.
El trabajo lo pasa Ábrego y sus compañeros, porque duermen en hamacas al lado de las reses, pero como le encanta lo que hacen son muy felices. Él se levanta a las cuatro de la madrugada a bañarlos, darles de comer y limpiarles la cama.
Es tal la impresión que provoca ver tantas vacas, toros, toretes y terneros en medio de la ciudad que las personas no paran de llegar a Atlapa, para ver los animales y tomarse fotos. Al ver a las reses exclaman que es impresionante el contraste que hacen con los grandes edificios del área.