
La cantante presentó la demanda bajo su nombre verdadero, Robyn Fenty, y alegó a través de sus abogados que los acusados dejaron que se le escaparan decenas de millones de dólares en ingresos cuando lanzó cuatro giras nacionales e internacionales en un periodo de cinco años.
Según la demanda, la cantante contrató a los contadores en 2005 cuando era una chica de 16 años recién llegada de Barbados para comenzar su carrera en Estados Unidos.
Rihana dijo que incumplieron en múltiples ocasiones sus acuerdos, incurrieron en mala conducta profesional y se pagaron a sí mismos una cantidad excesiva de comisiones.