¡Pobrecitos! Están como sardinas en latas a sólo unos 15 minutos de la capital.
Hace dos meses empezó a laborar el COIF 7 de Septiembre en sus nuevas instalaciones, ya que desde el año pasado andaba nómada buscando una casa de estudios. Y a base de sacrificios, un grupo de padres de esta barriada comenzó a construir un aula de clases. Este salón de clases tiene una sábana para separar los grupos de kinder y prekinder, cuya población es de más de 40 estudiantes.
Pero eso no es todo, estos alumnos han demostrado las ganas de estudiar, pues no tienen agua y son los vecinos del área quienes les regalan. Tampoco tienen luz eléctrica, pero al menos hay una letrina aseada. Aunque existen cuatro diputados en este circuito, las respuestas a las misivas enviadas han caído en saco roto.
SUEñO
Los padres de familia esperan que estas dos aulas sean el primer paso para construir una escuela primaria.
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