¿Quiere guerra?

Redacción | DIAaDIA

Señora, señor. Amiga, amigo. Sabemos que no cree en recetas mágicas. Tampoco nosotros. Pero siglos de investigación y, sobre todo, de práctica nos han revelado lo necesario para provocar una guerra. ¿Duda? ¡Claro que duda! Pero recuerde que las ansias de autodestrucción, la estupidez, los intereses creados y la intolerancia tienen niveles tan altos, que no hay que racionalizar mucho para comenzar una guerra. No se asuste que los pasos son sencillos.

Primero: Búsquese un país donde la injusticia sea el único pan de cada día. Si no lo encuentra, convierta su propio país en el reino de la impunidad. No dé espacio para el descanso ni la esperanza. Jamás, bajo ninguna circunstancia, permita que el descontento deje de crecer. En caso de tratarse de una vecindad, basta con buscar al vecino o al miembro de su familia más fácil de satanizar.

Segundo: Rodéese de crápulas, traficantes de armas y criminales de cuello blanco. Aliente a aquellos ciudadanos que no tienen respeto por la vida a que persistan en sus acciones. Para ello, sirve dejar que la calle críe a muchos infantes.

Tercero: A las protestas reprímalas sin asco. Acúselas de sedición. Lo más probable es que sólo sean desempleados y amas de casa. No se preocupe. Ya aparecerán los verdaderos insurgentes. Si es de su hogar que hablamos, demuestre que usted es el que manda y punto.

Cuarto: Cuando aparezcan los insurgentes no se preocupe. Lo más probable es que tengan una causa noble, pero estratosférica. Permita que sus asociados, los traficantes de armas y delincuentes, les muestren el negocio. Aprenderán rápido. Es que el olor a billete tiene magia.

Quinto: Este paso es fundamental. Predique que la guerra es inevitable y la paz es hasta inconveniente. Siga estos pasos y le garantizamos que pronto estará en guerra, pero conste, no que la gane.

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