HISTORIA
Incondicional

Redacción | DIAaDIA

Había una vez una tortuga que quería salirse de su casa, pues ya se sentía con la edad suficiente para navegar por todo el océano.

Finalmente decidió decírselo a su mamá:

-Mamá, ya soy grande y quiero vivir fuera de casa, ya no puedo vivir contigo más.
-Hijo mío - dijo la mamá tortuga - si tú te vas de casa yo te seguiré adondequiera que vayas.

-Entonces me convertiré en un pez para que no me encuentres - dijo la tortuguita. A lo que su madre agregó:
-Si te conviertes en un pez, entonces yo seré un pescador para poder estar junto a ti.

-¿A sí?, entonces me convertiré en un bello pájaro y no podrás siquiera tocarme, ya que volaré siempre hacia el horizonte.
-Entonces, hijo mío, me convertiré en un árbol para que allí pongas tu nido.

-Y si soy un niño…
-Seré el columpio que te arrulle…

-¡Ya sé! Seré un mosquito…
-Pues entonces –dijo mamá tortuga - seré unas manos que en lugar de aplastarte te protejan y si quisieras ser una pulguita, hijo mío, yo sería esa piel que te diera abrigo y alimento…

- ¿Mamá, dondequiera que yo vaya ahí estarás tú?
-Dondequiera hijo…

-Entonces mejor me quedo como tortuguita… ¿vamos a nadar mami?
-Adonde quieras hijo mío.

Qué hermoso es saber que Dios, considerándonos sus hijos, se vale de cualquier medio, pero nunca nos suelta ni nos deja solos porque sabe que moriríamos sin ÉL, por eso nos dio una madre..

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