Aunque por sus venas corre sangre peruana, se considera una panameña de corazón. De salida planteó que su estadía en suelo patrio es legal.
En este país ha logrado superarse, junto a su hija y esposo, y cada día que pasa se sigue dando a conocer, por su carisma, educación y respeto. Tan sólo escucharla hablar fue suficiente.
Así fue que DIAaDIA conoció a María Bazán, una mujer de 52 años que es muy reconocida en su local ubicado en el semáforo de la intersección entre Calle 50 y Vía Brasil.
Con un singular sombrero para cubrirse del sol, estaba María, mientras salía de ofrecer sus tarjetas y artículos de celulares entre una larga fila de autos detenidos por la luz roja.
La primera impresión que nos llevamos fue su cortesía, entusiasmo por el trabajo y las ganas de vivir.
María Bazán manifestó que empezó a realizar este trabajo informal hace doce años, primero con la venta de pan, pero descubrió que el actual negocio que desempeña es más rentable y le da más tiempo para compartir con su familia.
Dijo que con los propietarios de las tiendas aledañas a su puesto, gracias a Dios, no ha tenido dificultad, pues es aseada y ordenada en su local.
Bazán expresó que tiene muchos clientes frecuentes. Dijo que también recibe saludos cuando por allí pasan los dos últimos ex-presidentes de la república. Hasta los Dj de las emisoras aledañas le manda su saludo y su ¡Respect!
Y mientras nos contaban estas y otras anécdotas en su rostro, había mucha alegría. En Doña Marita, como le llaman sus amigos, vi que se hizo eco aquel adagio que dice: "la boca habla de lo que el corazón está lleno".
EMPRENDEDORA
Son más de 8 horas de jornada diaria, en la que prevalece el respeto, el aseo y mucha educación.
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