Se encuentran entre la espada y la pared. Esa es la situación que atraviesan más de docientos educadores de la provincia de Darién, quienes aún no han recibido el pago de siete quincenas, y a los que supuestamente el Ministerio de Educación asignó una partida para hacer efectivo dichos pagos; pero a Darién no han llegado.
Erika Sánchez es uno de esos educadores que se encuentran en una situación muy crítica. Contó que desde que inició el año escolar no ha vuelto a casa, en la provincia de Chiriquí.
Sánchez señaló que tiene una hija de ochos meses, a quien extraña perdidamente y sólo la distancia las separa.
Dijo que en estos cuatro meses, como no ha recibido pago, le debe a la fonda, a la tienda y el alquiler de la casa donde vive.
Esta docente está muy preocupada, puesto que ya nadie le quiere dar más crédito, y aún no reciben una explicación de por qué el atraso en sus quincenas, pese a dicha medida del MEDUC.
Comentó que en esta área resulta muy costoso vivir, a tal punto que consigue prestado y sólo sale una vez al mes a la ciudad, a visitar algunos familiares.
Con voz entrecortada aprovechó la ocasión para decirle a sus familiares que "los quiero mucho y que pronto estará con ellos".
Por otro lado, indicó que llegó muy entusiasmada a enseñar a la provincia; sin embargo, esa alegría ha disminuido por razones obvias, no así su vocación.
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