Molesto por la manera como lo trataron los federados, y en especial Ariel Alvarado, está José Luis Garcés, quien despejó cualquiera duda sobre él al pasar satisfactoriamente la prueba antidopaje.
Garcés comentó vía telefónica que siente pena cuando sale a la calle, ya que la gente lo mira como si fuera un drogadicto.
"Este asunto me ha causado problemas, pero se lo dejo todo a Dios", dijo Garcés.
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