El cáncer lo ha dejado sin voz y necesita atención especial.

Raúl Palma es un privado de libertad de 42 años, que se encuentra cumpliendo condena por caso de drogas en el Centro Penitenciario La Joyita. Además del castigo, que es estar recluido en un sitio como éste, Raúl también debe cargar con la condena de padecer de un cáncer terminal, que le ha dañado parte de sus cuerdas vocales, por lo que ya casi no puede hablar. Familiares solicitan que se otorgue a Raúl el depósito domiciliario, para que pueda recibir atención médica oportuna, al igual que sus tratamientos, pues aseguran que en el centro penitenciario, además del ambiente insalubre, existen factores, como la mala alimentación y el uso de bombas lacrimógenas para aplacar la violencia, que han empeorado el estado de Raúl.

Aun cuando se han dado a la tarea de enviar cartas a distintas instancias, desde la Ministra de Gobierno y Justicia, el director del Sistema Carcelario hasta la Defensoría del Pueblo, aún no han recibido una respuesta positiva a su petición, por lo tanto, a través de este medio apelan a la humanidad para que Raúl, quien ha cumplido ya gran parte de su condena, pueda recibir su atención médica en el Instituto Oncológico Nacional.

Actualmente, Raúl se encuentra en el Hospital Santo Tomás, recuperándose de una operación a la que tuvo que ser sometido debido a su delicado estado. Sin embargo, el tratamiento incluye atenciones especiales en el Oncológico.

ATENDIDO

Raúl se encuentra recluido en el Pabellón 1 de La Joyita, pero un cáncer maligno amenaza su vida y necesita atención urgente.