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Niños informantes de la guerrilla
Los indígenas quieren que no se hable de Darién como "zona roja".

Didier Hernán Gil | Darién, DIAaDIA

No se descarta que en Panamá algunos niños y jóvenes residentes en la frontera con Colombia se muestren interesados en colaborar con los grupos armados colombianos. Algunos en calidad de "informantes", aunque son menores de edad.

"Es probable", como menciona un refugiado de Boca de Cupe, en el río Tuira, que la migración de jóvenes Emberá y Wounaan hacia regiones fronterizas en Colombia se relacione con la euforia juvenil de integrarse a grupos armados. Así también lo sustenta un informe sobre Migración Transfronteriza Emberá Wounaan, en Jaqué, realizado por el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) que finalizó en febrero de 2006. Esto motivó una investigación por parte de DIAaDIA en la región darienita y sus dirigentes. Para algunas unidades policiales consultadas en la capital, que han laborado en Darién, luego de preguntarles sobre el tema consideran que "Jaqué y los pueblos fronterizos son una bomba de tiempo".

EL ENCUENTRO

Previo al IX Congreso General de Tierras Colectivas Emberá Wonnan, DIAaDIA logró una entrevista con el cacique regional de Jaqué, Isaac Upígamo. Era de noche en este poblado y hubo que esperar más de una hora para abordarlo.

Para aprovechar la presencia de este medio, lo primero que Upígamo denunció fue la restricción de alimentos hacia algunas comunidades por parte de la Policía Nacional, debido a la incursión de las guerrillas en territorio panameño. Recuerda que las acusaciones de ser "suplidores de la guerrilla" se están registrando desde el 2002 por parte del Gobierno, pero él no ha visto nada.

SI, PERO NO...

Upígamo, quien ha sido dos veces cacique regional, fue entrevistado frente a frente en el comedor de una residencia. Al plantearle la situación de los jóvenes de la frontera interesados en formar parte o colaborar con los grupos armados de Colombia, quedó pensativo y luego expresó: "No tengo conocimiento". Agregó que sabe que la juventud indígena por falta de economía (dinero), se traslada hacia la capital desde los 14 años en adelante. No obstante, resultó curioso saber que este dirigente manifestara que ha solicitado a la Policía Nacional y organizaciones de derechos humanos información de lo siguiente: "¿Qué implicaría de repente que una persona se filtrara con ellos (grupos armados)? ¿Qué consecuencias podemos tener viendo la necesidad económica que hay? Eso puede ser un factor de debilidad de parte de nosotros. Imagínese que un grupo de muchachos se fuera con ellos. Nosotros no podemos hacer nada, porque quienes se los llevan están armados".

"HUBO ADULTOS EN ESO"

Upígamo contó que "hasta ahora en el área hubo tres adultos colaborando en eso, pero eran adultos y la Policía los capturó. Ellos le tenían el nombre de milicianos, que son los que le colaboran y le dan un efectivo. Eso se estuvo dando, pero no tuvo resultados". Añadió que cuando eso pasó la Policía catalogó a todas las autoridades tradicionales como "cómplices de esas organizaciones".

VIENEN ARMADOS Y SE VAN

Al finalizar la entrevista, la mayoría de los dirigentes se había retirado. Solo quedó uno junto a una niña, que era su hija. Él, luego de contar sobre su comunidad, relató, no si antes pedir el anonimato, que hacía dos meses habían tenido una visita de la guerrilla. "Nos dijeron que no querían problemas, pero que los abastecieran". Enfatizó que la dirigencia fue la última en enterarse de esa visita.

"Allá nadie del pueblo dijo nada, pero los maestros lo denunciaron". Explicó que no se alarmó al Ministerio de Educación, pues temían el retiro de los docentes en el área.

SU PRESENCIA RONDA

De acuerdo con el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos, una oficina del Gobierno colombiano, desde 1970 se puede reconocer la presencia de guerrilleros, tanto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Chocó. Además, en la actualidad, en la región fronteriza entre Panamá y Colombia, operan los frentes 57, 34 y la compañía Aurelio Rodríguez de las FARC. Igual se movilizan los frentes Ernesto Che Guevara, Manuel Hernández "El Broche" y el Benkos Biohó, del ELN. En tanto, las Autodefensas tienen presencia en El Bajo y medio Atrato, a través del bloque Élmer Cárdenas, al mando de alias "El Alemán" y en el sur del departamento, a través del frente Pacífico, que integra el bloque conjunto Calima, dirigido por alias "Adolfo Paz".

Se conoció que dentro de las Fuerzas Armadas de Colombia, la edad de reclutamiento es 18 años y se ha denunciado que los niños son utilizados como informantes, se les ofrece dinero por esa misión o reciben amenazas si se niegan a cumplir las órdenes.

MAS INDICIOS

El informe del Servicio Jesuita a Refugiados indica que en otras comunidades emberá de Darién, sobre el río Tuira, fronterizas con el Municipio del Río Sucio (Departamento del Chocó), puede estar ocurriendo algo similar, en cuanto a la migración de jóvenes hacia Colombia. En este caso, los indígenas manifestaron que los integrantes de las comunidades han sido amenazados de deportación por miembros de la Unidad de Reconocimiento y Cambate de la Policía Fronteriza Panameña, si los dirigentes no ponen un alto a esta emigración. De hecho, los dirigentes se muestran de acuerdo con las prohibición de eso viajes.

LA MOVILIZACION ES CONSTANTE

José Mendoza, director del SJR en Panamá, dijo que hay una preocupación mundial sobre el reclutamiento forzoso de niños. Ante esta situación, Mendoza comentó que "se inició una investigación en la frontera de Panamá con Colombia y aunque este es un tema difícil de comprobar, "existen indicios de que se pueda estar dando".

Contó que "no manejamos una cifra específica, pero en el área de la frontera hay una movilización constante de pobladores de la etnia Emberá Wounaan, especialmente menores de edad y adolescentes". Lamentó que tras esta movilización exista la modalidad del famoso código de silencio. "Por eso no es fácil que la gente te diga que están participando", agregó.

El encargado del SJR no descartó que más adelante se puedan detectar algunas personas vinculadas y otras denuncias sobre este caso.

MAS ELEMENTOS

Mendoza, quien la semana pasada estuvo en una de las comunidades fronterizas, expresó que los propios indígenas le dijeron que a los desplazados colombianos que se les violentaron sus residencias y propiedades, fueron amenazados de que no podían revelar nada de lo ocurrido, bajo el riesgo de su propia vida. Por eso admite que, estas personas, cuando son reclutadas se pierde con ellos toda vinculación familiar, ya no pueden hablar y menos salir de estas agrupaciones ilegales.

ACCIONES A SEGUIR

Mendoza adelantó que ahora mismo la tarea del SJR es concienciar a la población de sus derechos y visibilizar este tema. "Hay que plantearles a los indígenas, que si están haciendo eso, se violan los derechos fundamentales de los niños y adolescentes", destacó.

QUERER SER

El informe del SJR detalla que en la juventud poseer un arma, sentirse estimado y poderoso dentro de un grupo armado es de gran interés para muchos jóvenes. Aunado a esto, está la condición de pobreza y desempleo en la que ellos se encuentran y eso quizá los lleva a "escapar" hacia el alistamiento.

ES UNA REALIDAD

El Informe Global 2008 sobre Niños y Niñas Soldados, presentado en mayo pasado, revela que el número de conflictos armados en los que están involucrados menores ha descendido de 27 en el 2004 a 17 en el 2007. Los esfuerzos para poner fin a este flagelo llegan demasiado tarde o son insuficientes.





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