Moza, le agradezco el tiempo que me dispensa para contarle mi situación.

No sé qué es lo que le sucede a mis hijas. A ellas no les va bien en el amor.

Ya pasaron los 30 y todavía no se han casado, tienen trabajo, pero no han terminado la U y eso que no les exijo nada para que puedan culminar los estudios.

Yo, cuando no están en casa, me la pasó llorando porque creo que hasta les han hecho brujería.

Ellas no son feas, son bastante altas y de cabello rizado.

Además, por todo pelean. La última discusión fue porque les gustaba el mismo hombre, al final ninguna se quedó con él, porque para acabar de rematar el tipo era casado.

Yo quiero que sean felices, pero siento que son superficiales. Se las pasan en restaurantes caros, pues sus amigas viven en barriadas de gente de plata, aunque nosotras vivimos en un barrio más o menos, ni rico ni pobre.

Tengo 68 años y no quiero morir y dejarlas solas. ¿No sé qué va a ser de ellas? Además, viven pidiéndome dinero prestado.

Gracias, Moza, por dejar que me desahogue con usted.

MADRE EN APUROS.

Hola madre: Creo que tus hijas tienen todo ese tipo de problemas, porque no las has dejado crecer.

Pienso que ya es tiempo de que las obligues a contribuir con los gastos de la casa, para que adquieran responsabilidades.

¿Crees que algún hombre le va a gustar una mujer que no tenga la soberanía de su propia vida? Verdad que no.

Ellas ya deben prepararse para una vida independiente, por eso te recomiendo que dejes de prestarle dinero, aunque no lo creas. Eso no las ayuda en nada.

Además, es tiempo de que te dediques a ti. Sal y diviértete. Hay buenos grupos para personas de la tercera edad, que hacen ejercicios, salen a comer juntos, van al cine y hasta hacen paseos a sitios recreativos. La vida no termina cuando uno llega a cierta edad. Y volviendo al tema de tus hijas, te dejo esta reflexión: El amor también es corrección.