Los pobladores de varios residenciales en la ciudad de Santiago están molestos porque, según ellos, los agentes promotores, no cumplieron con las promesas hechas en los contratos antes de entregar las viviendas.
De acuerdo a los denunciantes, las calles no tienen aceras, ni las carreteras las medidas exigidas, tampoco dejaron las áreas verdes de recreación para los niños.
Germán Solís, uno de los afectados del residencial Altos de Miramar, dio a conocer que las calles en este sector comenzaron a deteriorarse aún cuando no han sido entregadas a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas.
Además, algunas casas presentan rajaduras en las paredes a causa de las detonaciones que hacen con dinamita cerca del residencial Altos de Miramar, donde se construye otra etapa.