El árbitro italiano, Pierluigi Collina, y su esposa Giovanna fueron ayer víctimas de un robo en el vestíbulo del hotel donde se hospedan en Berlín, adonde se desplazaron para asistir a la final del Mundial entre Italia y Francia.

El ladrón se apoderó del bolso de la esposa de Collina en un descuido de ésta y, sin que éstos, que atendían a unos periodistas, se percataran de nada. Se dio luego a la fuga.

La Policía pudo seguir el rastro del delincuente, de 57 años, y lo detuvo en una entrada de metro, próxima al establecimiento.