La carne de un cerdo sacrificado en un matadero clandestino, ubicado en la comunidad de Los Ruices del distrito de Las Palmas, fue decomisada por funcionarios del Ministerio de Salud.
El animal de casi 200 libras ya había sido comprado en un restaurante, pero una llamada oportuna de un ciudadano evitó que este fuese vendido a las personas.