Gran ejemplo. Carlos Espinoza es un hombre que demuestra diariamente que el que quiere puede. Él tiene más de sesenta años y asegura no temerle al trabajo.

Carlos es una de esas personas a las que comúnmente se les conoce como "canillitas", pues se dedica a la venta de periódicos.

ARDUA Y GRATIFICANTE

"Me divierto mucho", esa fue la respuesta de Carlos refiriéndose a su trabajo. Comentó que diariamente debe levantarse a las 2: 30 a.m., para prepararse e ir en busca de su mercancía. Éste vendedor dice que a pesar que tiene que caminar horas, bajo el sol o lluvia, se siente feliz por tener un trabajo digno que le permite llevar dinero a su hogar.

BUENAS CONDICIONES

El ser vendedor ambulante ayuda mucho a Carlos, pues según él, esto le sirve para ejercitarse. En su recorrido camina por cuatro sectores vendiendo periódicos. En un momento de su vida, dice que dejó este negocio, pero que hace dos años regresó a su venta, ya que así aprende a conocer a las personas y ya está acostumbrado.

¡AUXILIO, AUXILIO!

Carlos dijo que su trabajo es divertido y arriesgado. Tanto así que un día casi le roban. Cuenta que de manera inesperada un hombre se le apareció e intentó quitarle su dinero, pero éste no se dejó, luego salió un compañero del primer ladrón y juntos pensaban atacarlo, pero gracias a los desesperados gritos de auxilio que pidió, llegaron unidades policiales en su defensa.

MUCHO PESO

Este vendedor asegura que le va bien, pero prefiere dejar de cargar tantos periódicos, ya que a su edad le resulta difícil llevar tantos en su mochila, pues le pesan bastante.

Carlos manifestó que en la vida siempre hay oportunidad, la clave es saber pedirlas a Dios y mantenerlas.