HISTORIA
Parece, pero...

Redacción | DIAaDIA

Dos Angeles viajeros se pararon para pasar la noche donde una familia muy adinerada.

La familia era ruda y no quiso permitirle a los ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, les dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro suelo, el ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el ángel más joven preguntó ¿por qué?, el más viejo le respondió: Las cosas no siempre son lo que parecen.

La siguiente noche, el par de ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora muy pobres, pero muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que tenían, la pareja le permitió a los ángeles que durmieran en su cama. Cuando amaneció, los ángeles encontraron bañados en lágrimas al señor y a su esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El ángel más joven estaba furioso y preguntó al más viejo, ¿cómo pudiste permitir esto? El primer hombre lo tenía todo; sin embargo, tú lo ayudaste, la segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.

Las cosas no siempre son lo que parecen, dijo el ángel. Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario no estaba dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría. Luego, anoche, mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor y yo le di a la vaca en su lugar.

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