La familia Montero Urriola es una de esas en las que los problemas económicos están a flor de piel. La falta de un empleo digno agrava día a día la situación de esta humilde familia.

Los Montero se incluyen en el renglón de los desposeídos, ya que la casucha en la que habitan está a punto de desplomarse. La estructura edificada con madera de segunda está muy deteriorada, el zinc ya no da para más, ya que el óxido lo ha corroído totalmente.

Edith Montero, madre de tres pequeños niños: Mayrobi Montero, de 9 años; Miguel Montero, de 3, y la bebé Karina Montero, de tan sólo 9 meses de nacida, contó que desde los 30 años de edad ha habitado la pequeña vivienda junto a su familia. Edith lava, plancha y realiza todo tipo de actividades hogareñas para los vecinos, así consigue un par de realitos para cubrir los gastos de alimentación, escuela y más de su familia. El gobierno pasado la incluyó en uno de los programas para subsidio de materiales de construcción, pero hasta el momento no ha recibido la tan anhelada respuesta. La madre clamó por una respuesta a su demanda.