Desde mañana, posiblemente, no vuelvan a ver la famosa casa embrujada.
Hoy sólo se estaba esperando el permiso final para derrumbarla y continuar con la ampliación de la vía Arraiján-La Chorrera. Mientras tanto, ya se abrieron los caminos y se cortaron los árboles que la rodeaban, para que pase la pesada maquinaria.
Aun cuando se vinculó esta residencia abandonada con espíritus y rituales satánicos, muchos panameños opinan que ya formaba parte de la historia del país y consideran que no debe ser derrumbada.
Otros creen que la destrucción de esta mítica edificación, puede ser augurio de muertes y accidentes en este punto de la aún no construida carretera.
Ya lo sabe, si pasa por ahí entre hoy y mañana, eche su último vistazo.
|