Existen varias personas implicadas, indirectamente, con las desapariciones de Candelario Torres, Ariosto González, Alonso Sabin y otros, en 1969, durante el régimen militar. Son indirectos, porque ellos realizaron una confesión explicada, es decir, que fueron testigos de los hechos, pero no los autores intelectuales de las desapariciones.

Los restos de los desaparecidos son difíciles de ubicar, ya que la mayoría de los cuerpos nunca fueron enterrados, según la Fiscal Janeth Rovetto.

"Así lo manifestaron algunos de los implicados en sus confesiones", explicó.

Además, se presume que el cuerpo de Candelario Torres haya sido devorado por los animales.

"Hay que señalar que un gran número de los supuestos implicados se acogió a su derecho constitucional de no declarar, por lo que nunca se ha podido escuchar sus descargos", dijo Rovetto.

Torres, González y Sabin desaparecieron en agosto de 1969, en David, Chiriquí.

Por otro lado, con la muerte del teniente coronel retirado, Ricardo Garibaldo, fallecido el pasado jueves, se extingue la acción penal, explicó la Fiscal, pues así lo establece el Artículo 90 del Código Penal. Garibaldo fue el único ex militar procesado, por la desaparición de Heliodoro Portugal.