¡Ay madre! Sandra sí que tiene billullo, amigos. ¿Adivinen por qué les digo esto? Ella misma nos confesó que acaba de comprar una finca valorada en millones. ¡Huyyy! Y el dato curioso es, queridos lectores, a quién se la regaló. Descubran "toíto". ¡Jejeje!
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