Sólo llevará felicidad a muchos hogares panameños. (Foto: Carlos Castro / EPASA)
Marcia Tuñón
| DIAaDIA
¡Huyyy! Fue toda una sorpresa ver a Eddy Vásquez entrar a nuestra redacción con otra marca de zapatillas que no fueran las Converse negras que siempre llevaba puestas. ¿Cómo?
Con la sonrisa de oreja a oreja, que siempre lo identifica, el locutor destacó que cambió precisamente de calzados para ver qué le decían, pues sus zapatillas no son las del pueblo. ¡Ahí 'ta!
Una vez aclarada la situación, cambiamos de tema para conocer más de su nueva faceta como presentador del programa "La vida te da sorpresas". Vásquez comentó que no dejará ninguno de sus otros compromisos (La Cáscara, Canta Conmigo, Wao), pues para todos hay tiempo después que se organice un horario. ¡Oh, my God!
También aclaró que "La vida te da sorpresas" no es similar a "¿Qué tal si te digo?", ya que el formato es diferente. Empezando, las sorpresas no serán exclusivas para personas extremadamente pobres. Más que todo, será dar un regalo que siempre has añorado, que va desde conocer a un artista hasta valorar el esfuerzo de una persona.
Aquí, las lágrimas serán remplazadas por mucha risa, y eso le sobra a Eddy. Según él, no cambiará nada su forma de ser. ¡Ya veremos! ¡Ah!, también expresó que está preparado para recibir todas las críticas que vengan. ¡Mmm!
BAJO 65 LIBRAS
Por interés propio y a petición de la producción, bajó 65 libras y seguirá bajando más. Para lograrlo, no necesita de mucho gimnasio sino, más bien, de una buena alimentación.
TIENE SU ORIGEN
Sentamos a Eddy en el banquillo de los acusados y, sin querer, el locutor quedó contándonos más de la cuenta, por supuesto que se sintió extraño, pues hoy le tocaba estar a él del lado que nunca había estado. Si lo recuerdan, él siempre hace las preguntas y las críticas. ¡Áyala!
Entre las cosas que habló, dijo que su frase: ¡Oh, my God! tiene su origen. ¿Qué?
Según Eddy, la aprendió de su abuelo, quien siempre que veía algo impactante decía: ¡Oh, my God! y como él era el nieto más grande y el centro de atracción de la casa, la captó más fácil y nunca más se le olvidó, hasta el punto de hacerla famosa.