El estudiante Martín Castillo de la Universidad de Panamá quien en días pasados fue sancionado por tres años de expulsión de este Centro de Estudio tras participar en una protesta contra las Unidades de Control de Multitudes, pero esta sanción fue rebajada a un año de suspensión.
Para Martín la sanción sigue siendo injusta y hoy fue atado a una cruz y amarrado con cadenas y llevado por sus compañeros hasta rectoría de la Universidad de Panamá para elevar su petición de que la sanción sea eliminada.
Este mismo estudiante protagonizó una huelga de hambre que tuvo que suspender porque su estado de salud estaba deteriorado.