Toda una vida consagrada al arte y las comunicaciones. Luego de más de 60 años de ajetreada vida artística, Eneida Valdez descubre otra faceta de su vida: enseña manualidades.
Risueña y rozagante, la encontramos sentada instruyendo a sus pupilos el bello arte de filigrana. Para Eneida, la confección de manualidades por medio de pequeños retazos de papel, aunque parezca insignificante conlleva sus técnicas porque asegura que, además de relajar y hacer olvidar todos los problemas, ayuda a descubrir al gran artista "que llevamos dentro".
Diversas formas en los cuadros, tarjetas con distintos temas y un sinfín de objetos pueden ser confeccionados con papel y un poco de paciencia.
Según esta dama, la simplicidad está arraigada al filigrana, ya que la creatividad al tomar un papel brota a flor de piel, cuando entre varias personas buscan innovar creando miles de formas con este simple material.
Afirma que no todas las personas poseen la facilidad de crear, pero "con un poco de interés todo puede ser posible, incluso crear grandes cosas". Sonriente dijo que las manualidades, además del arte, siempre han estado en su vida, luego de su difunto esposo y sus cinco hijos.
Eneida explicó que como instructora de este taller ha tenido la oportunidad de enseñar a personas de diversas edades, pero le gusta enseñar más a los niños por la inocencia que reflejan, ya que curiosamente valoran más lo que hacen por sí mismos que cualquier persona adulta. Aunque también realza la importancia para los adultos mayores, porque este curso les sirve para distraerse y enfocar sus energías en algo sumamente productivo. A sus 77 años, Eneida es una mujer admirada por varias generaciones, sobre todo por las inmensas ganas de vivir que aún refleja en sus ojos.
BUEN NEGOCIO
Eneida asegura que si una persona confecciona buenas tarjetas, puede venderlas a muy buen precio.
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