Las palabras de Saúl Méndez sobre la eventual paralización del diálogo, y su recomendación para que los panameños "compren víveres" porque pronto habrá una huelga mayor a la que provocó el Gobierno con la aprobación apresurada de la Ley 17 en mayo pasado, indica que las tensiones sociales y políticas en el país se mantienen, y que no se está haciendo nada para bajar esa temperatura.
Todo lo contrario, se está jugando con fuego y pronto veremos al país arder. ¿Será?
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