Sí, como el de Pedrito Altamiranda, pero éste trae chucherías. Hace tres años quedó sin trabajo; sin embargo, eso no fue impedimento para que Benjamín Baloyes, de 47 años, continuara manteniendo a sus nueve hijos.

Este humilde señor decidió emprender labores como canillita y empezó bien. A partir de allí se le fueron abriendo las puertas, y por medio del Sindicato de Buhoneros colocó un puesto de venta de pastillas, en la parada del centro comercial La Gran Estación de San Miguelito.

Benjamín reconoce que es un trabajo forzoso y cansa mucho, pero él no claudica en su lucha. Desde las 4 de la madrugada está levantado para buscar los periódicos, acomodar el puesto e iniciar desde las 5 a.m. hasta las 7 p.m.

De lunes a sábado lo verán en una esquina de la parada. Los domingos los toma para descansar. A su edad, procura mantener una buena alimentación y cuidado personal.

Hasta la fecha le ha ido bien en el negocio, pues ha podido educar a sus hijos y mantenerse. Debido a su buen comportamiento, es buhonero vigilante del Municipio de Panamá.

Su mayor preocupación en este momento es que en la isleta pretenden colocar una cerca para que los peatones utilicen el paso elevado.

Pero Benjamín considera que con esto los clientes no pasarán tan frecuentes como ahora, y por eso sugiere un semáforo peatonal antes que una cerca, debido a que su trabajo depende de la gente que pasa.

Para él es difícil conseguir un empleo formal, y lo único que puede hacer es dedicarse a la buhonería.

"Si no hay apoyo por parte de las autoridades para ayudar a las personas, entonces se convierten en un peso más para el Estado. Los jóvenes incurren en actos negativos y son peligrosos para la sociedad", afirmó. Baloyes desea ser Asistente de Organización Nacional del Sindicato de Buhoneros para ayudar a quienes carecen de trabajo.

Fotos: Demetrio Montenegro

FELICIDADES

Ayer Don Benjamín cumplió un año más de vida, llegando a la edad de 47 años.