"Pienso que se le han ido las manos a los docentes. Están pidiendo mucho y la calidad de la enseñanza es mala", sostuvo la maestra jubilada Dalys de Quintero, quien también agregó que en su época el maestro se preparaba, se preocupaba por los estudiantes, los tenía como hijos y visitaban sus hogares. Ahora el docente parece que está pendiente de que sea viernes, 12 y 27 para cobrar.
En tanto, la también maestra Carmina Tuñón dijo que le preocupaba dejar a los niños sin clases. "Cómo decirle que no a un estudiante, eso no se ve ahora", acotó. Contó que sus aumentos eran de 20 dólares y se inició cobrando 90 dólares. Tuvo que estar en tres marchas para alcanzar un sueldo de B/.175. "Yo no veo esa actitud de lucha por el bienestar del maestro, hay otros intereses", precisó.
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