¡Siempre rompiendo el hielo! Amigos, hace meses les adelantamos que Atenógenes Rodríguez, el gerente de Servicios Informativos de Medcom, era el presentador de "Quién quiere ser millonario". Después, que todo el personal que trabajará en el "show" fue capacitado por unos británicos, y como si fuera poco, les revelamos que el escenario está valorado en más 600 mil dólares. ¡La están botando!

Para rematar, fuimos los primeros en descubrir el gran tabú de la fecha del estreno, jueves 16 de julio. Y para cerrar con broche de oro, les diremos todo lo que hizo Atenógenes para coronarse millonario.

Sentado cómodamente en el sofá de su oficina y atendiendo otros compromisos desde su "laptop", nos contó que no fue elegido de a dedo, como muchos piensan, pues tuvo que pasar por un riguroso proceso de selección que ni siquiera lo hizo Medcom, sino Two Way Traffic, compañía que tiene la franquicia del programa a nivel mundial.

Aclaró que no era el único candidato, pues se habían considerado otras personas, que hasta la fecha desconoce. Lo cierto es que tuvo que hacer un piloto con uno de los productores, que fue el encargado de dar el "go" para que su persona funcionara como cara principal del megaproyecto.

Fueron tres meses de ensayos y capacitación, ya que el programa es muy metódico y exige perfeccionismo.

UN NUEVO RETO

Nos hizo saber que no fue nada fácil pasar de la noche a la mañana de noticias a entretenimiento. "Es bien complicado, no es sencillo dar el cruce. Al final, la función es la misma, un periodista entrevistando a unas personas. Aquí lo que varía es el ánimo con el que lo haces, la forma como te expresas y te comunicas", manifestó.

Lo complicado de esta nueva faceta es que su preparación no ha sido sólo de conocimiento, sino también física, y lo verán el jueves cuando salga en pantalla. Es otro Atenógenes, no el que están acostumbrados a ver, con 10 libras menos, un corte de cabello diferente, unas gafas especiales y un vestuario impecable. ¿Cómo?

Así como lo están leyendo, los británicos quieren que el presentador esté acorde con el escenario, por ello, se han encargado de elegir el vestuario que utilizará en todas las galas. Todo tiene que ser perfecto. Nada de arrugas. ¡Wao, toda una fantasía!

Cabe señalar que él no sabrá todas las respuestas, y las interrogantes las conocerá con muy poca antelación y se las tendrá que aprender de memoria. Es más, el programa no le da las respuestas, él tiene que investigarlas, pues es una computadora que una sola persona la controla, que por cierto, no es panameña.

Atenógenes está consciente de que la clave del programa es en un 50% de parte de él y el resto, de los participantes.