No lo descuida. Hace dos semanas, la vida de Lino González dio un giro repentino cuando a su hijo Nenito, de tres años, le salió un enorme absceso en lado derecho de su cuello, que empezó como un granito hace cinco meses.

En busca de ayuda para su niño, tuvo que caminar seis horas para llegar a Santa Fe, provincia de Veraguas. Allí abordó una "chiva" que lo llevó hasta el hospital Luis "Chicho" Fábrega, en Santiago.

Nenito estuvo internado una semana en ese centro médico, en donde fue muy poco lo que le hicieron. Por ello, fue trasladado en ambulancia al Hospital del Niño (HDN). La preocupación de Lino aumenta, ya que ha pasado una semana y aún los doctores no le han dicho qué tiene el pequeño.

A pesar de todos esos inconvenientes y de no conocer a nadie en la capital, no se despega de la cuna de su hijo, al punto que la silla de metal ha sido su cama todo este tiempo.

Él solo desea que su niño sea operado mañana, tal y como le han informado los galenos, pues el Nenito se queja de mucho dolor. Además, para poder volver a su casa en Gatuncito de Veraguas, donde lo esperan su esposa y sus otros siete hijos.

ALBERGUE

Cerca del hospital funciona un albergue, pero sólo para mujeres. Por eso a Lino no le queda de otra que dormir en el centro médico.