Los panameños denunciaron la presencia de extranjeros vendiendo en el lugar. (Foto: : JESÚS SIMMONS / EPASA)
Jesús Simmons
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Quieren su espacio. En tremendo mercado persa se ha convertido la Cinta Costera, por la cantidad de vendedores ambulantes que a diario llegan al lugar con toda clase de productos.
Hasta la semana pasada, la nota discordante la ponían los fogones que los trabajadores informales utilizan para asar chorizos, por la gran cantidad de humo que emanaban de ellos. Ayer, se modernizaron y pusieron asadores eléctricos.
Lo que más les preocupa a estos panameños es que no saben si pueden o no estar ejerciendo su negocio, porque hasta la fecha ninguna autoridad les ha dicho nada.
Ante esa realidad, Jesús Laurent, un vendedor de perro caliente, siente que tienen todo el derecho de ganarse la vida honradamente, por lo que no ve nada de malo que estén allí. Aseguró que ya se organizan y hasta llevan sus bolsas para depositar los desechos.
FOGONES
Los vendedores dijeron que le prohibieron usar fogón y que si pueden utilizar una plancha.