Milagros Murillo, Elizabeth Muñoz de Lao
| DIAaDIA
Mientras la madre y el padre biológicos, así como la madre adoptiva luchan por obtener la custodia de la niña panameña hallada en Guayaquil, Ecuador, la pequeña se enfrenta a un túnel oscuro de incertidumbre, de dolor, de traumas y de cambios bruscos.
Fue separada de las personas a las que siempre consideró su familia y ahora reside en un albergue para niños vulnerables, acompañada de la siempre fiel custodia, Carmen Caicedo, a quien los familiares ecuatorianos de la niña consideran un ángel en medio de la adversidad.
GRITO DE AUXILIO
Eran las 11: 30 p.m. del jueves cuando recibimos una llamada inesperada. "¿Es la periodista de DIAaDIA?", preguntó con un tono de voz de preocupación quien después de recibir un "sí", dijo que llamaba desde España y que era María Del Carmen Medina, madre adoptiva de la niña que en un principio fue confundida por Mónica Serrano, quien está desaparecida desde el 2003.
Todo empezó hace siete años cuando por medio de la prima y abuela de Carina Castillo la ecuatoriana se hizo cargo de la bebé cuando apenas tenía dos días de nacida "Toda la familia de ella lo sabía y estuvieron de acuerdo que me la dieran a mí, porque me vieron una persona que me podía hacer responsable de la niña", explicó la extranjera quien era dueña del restaurante Guayaquil, que funcionó primero en Santa Fe, Darién, donde hizo el contacto con la familia y después en Chepo.
"Yo quise darle mejor vida a la niña", replicaba una y otra vez María, quien aseguró que no salió ilegalmente de Panamá hacia Ecuador, y que su situación empeoró cuando llegó allá y perdió su vivienda, teniendo que viajar a España para trabajar y así mantener a la pequeña.
"Yo me siento mal, porque la niña se me está enfermando y si a ella le llega a pasar algo yo demandaré", dijo con voz angustiada María, quien ya no sabe qué hacer pues su contrato de trabajo en el país europeo termina en septiembre y no es hasta octubre que puede viajar a Ecuador.
Ella viajaba a su país cada año, pero afirmó que diariamente se comunicaba ya sea por Internet o por teléfono con su hija. "Mi idea era viajar a Ecuador, buscar a la niña y establecerme en Panamá", confesó la madre adoptiva de la infante, quien agregó que durante siete años sólo tuvo contacto vía telefónica con la abuela y la prima de Carina, acá en Panamá.
"Yo estoy pidiendo la custodia de la niña, no soy una persona que bebo ni fumo. No soy de mal vivir", expresó.
"No tengo por qué esconderme, porque no he cometido ningún delito", replicó desesperada la ecuatoriana, quien ya entre sollozos apeló a las autoridades para que la ayuden a quedarse con la niña. "Yo quiero que me ayuden para quedarme con ella, estoy sufriendo y quisiera que me ayuden para quedarme con la niña, porque yo no he hecho nada de mala fe", dijo la ecuatoriana, quien a pesar de que tiene todo en su contra, tiene también la fe en Dios de que la pequeña no será arrebatada de su lado.
ESTA ENFERMITA
DIAaDIA conversó ayer, vía telefónica, con la profesora Eva Graciela Muñoz, la mujer que cuidaba a la menor de edad, cuñada de María Medina Reyes, y con quien residía en la ciudadela Santa Mónica, Guayaquil.
Ella confirmó que la niña está enferma con tos y fiebre y que, aunque está bien atendida, no es lo mismo que estar acompañada de su familia.
La pequeñita de ocho años se entretiene en la sala de cómputo del albergue, pues se le ha dicho que está participando en un seminario y por eso está en ese lugar. Aun así pregunta por qué no está con su familia, la única que conoce.
Eva Muñoz trató de tocar el corazón de la madre biológica, haciéndole un llamado para que piense en el bienestar de la niña y evite que sufra un daño mayor. "Yo le pido a mi Dios que nos ayude, toda la familia la quiere y yo sé que ahora está en el corazón de Panamá", expresó entre llantos Eva.
Ella acudirá mañana martes a una cita con el fiscal del caso, René Antudillo para conocer el avance del proceso legal.
En Panamá, el fiscal Luis Martínez dijo a este medio que no dará declaraciones a los medios de comunicación, pues la niña ya ha sido muy expuesta.
"HAY QUE BUSCAR EL BIENESTAR DE LA NIñA"
Sobre este caso, la psicóloga Rose Mary Reyes explicó que la niña debe estar pasando por un periodo de confusión, pues la vida le ha cambiado de la noche a la mañana. Es por eso, que su familia adoptiva es quien debe ayudarla a entender su condición y por qué la reclaman en Panamá.
"Ella debe sentirse sola, confundida, desamparada y con pocas esperanzas", dijo la especialista, ya que la situación no es fácil para ella, porque no tiene la suficiente madurez para entender lo que está pasando y si no es tratada por especialistas el trauma puede ser muy grande y la puede marcar el resto de su vida.
Reyes fue enfática en decir que tanto las autoridades panameñas como ecuatorianas deben buscar lo mejor para ella. "Lo más sano y correcto es que esté en un buen hogar, donde se sienta satisfecha, donde se sienta parte de una familia y, aunque sus padres biólogicos la reclaman en Panamá, hay que comprender que ella solo conoce la familia de allá", acotó. Y es que si la menor de edad es devuelta a su país de origen podría caer en depresión por el deseo que querer volver a su tierra.
Finalmente, la psicóloga agregó que hay que comprender que la infante no tiene la culpa de nada y aunque hay que respetar los términos legales, también se debe tomar en cuenta que ella querrá quedarse con la familia que conoce, con la que se ha formado y con la que se siente identificada.