Cuatro décadas de puro amor. Más de 43 años de feliz matrimonio hacen de Néstor Botello Santana y Maritza López de Botello, una pareja digna de admirar, pues con el pasar de los años su amor no ha muerto. Se ha fortalecido.

Fruto de este amor nacieron dos hijos, por lo que don Néstor tuvo que trabajar muy duro por más de 30 años en la pesquera Taboguilla, en donde realizó diferentes tipos de trabajos.

Marino, capitán de barcos, operador de radio fueron algunas de las actividades que desarrolló. No obstante, antes de jubilarse aprendió soldadura.

EL SECRETO

Cuenta esta pareja de esposos que el secreto para llevar una buena relación ha sido la buena comunicación que siempre han mantenido. Es por esta razón que hoy se sienten afortunados de compartir toda una vida, en donde han sabido salir adelante en los buenos y los malos momentos.

AUN SE SIENTEN UTILES

Animados por unos amigos que estaban tomando los cursos de artesanías que dicta la Alcaldía de Panamá, y con mucho tiempo de ocio, se decidieron a aprender cosas nuevas en sus vidas.

Es así como se inician en un nuevo mundo, en donde aprendieron a reparar y a confeccionar zapatos, arreglos de navidad, bisutería, tejido, camba, repujado, bordado español, etc.

Luego de aprender y ser todo unos artesanos, han hecho uno que otro "camarón", los que utilizan en su economía personal, aunque manifestaron que lo hacen más por diversión que por otra cosa.

Además de que se mantienen activos, sienten que les sirve como una terapia. Ellos saben que aún son útiles para la sociedad. Siempre pensaron que al jubilarse ya no habría nada que hacer, sin embargo, revelaron que seguirán tomando muchos cursos más.

DE PURA CEPA

Los esposos Botello son oriundos de la isla de Taboga, por lo que viajan a Panamá a tomar los cursos.