El segundo martes de cada mes, los pacientes reciben charlas. (Foto: AGUSTÍN HERRERA / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Control y educación. La enfermera Nubia Montengro expresó que lo mejor para luchar con esta dolencia es que los padres deben tener control. Por esta razón, en el 2008 se creó la Clínica de Anemia Falciforme, donde se atienden de 15 a 20 pacientes por semana. Montenegro detalló que los pacientes deben tener un seguimiento de control con distintos especialistas como: oftalmólogos, radiología y hematólogos. Aseguró que mediante un examen de electroforesis de hemoglobina se determina si una persona es anémica. Luego de detectarlo, un grupo de trabajo social y enfermeras se dirige a la familia, y en algunas ocasiones a sus casas para conocer la condición en que viven y ver si pueden afrontar el padecimiento.
Expresó que los pacientes falcémicos necesitan mucho apoyo, tanto de la familia como de las escuelas. Destacó que la clínica se centra en darle seguimiento a cada paciente, incluso, en las escuelas, para que los docentes conozcan la situación. Afirmó que los pacientes son muy propensos a padecer de alguna infección y resfriado, por lo que la misión de la clínica es educar a las madres a que lleven un control estricto.
"No sabes cuando haya crisis qué se afectará", puntualizó la enfermera, que dijo que en cualquier momento un paciente puede presentar una crisis y sufrir problemas en cualquier parte del cerebro y hasta infartos. Informó que la mayoría de las personas falcémicas sólo viven entre los 45 a 55 años.