Una historia de superación. Aunque muchos no lo crean, el hoy astro argentino Lionel Andrés Messi, mejor conocido como Leo Messi o "Messi, la Pulga", fue despreciado, no por su buen fútbol, sino por problemas de crecimiento.
Como todos los niños, Leo empezó jugando en el equipo de su barrio, y su padre era su entrenador, para después pasar al Newell's Old Boys, equipo en el que militó hasta el año 2000.
Su entrenador en estos años hablaba maravillas del chico. Cuando tenía 11 años no pudo jugar en el River Plate por una enfermedad hormonal cuyo tratamiento no se lo podía permitir, así que su padre decidió emigrar a Cataluña, donde tenía unos parientes y podía ganar más dinero.
A los trece años, Messi empezó a jugar en Los Infantiles del Barcelona, en donde enseguida empezó a destacar y dejó impresionados a muchos, que decidieron costear el tratamiento para su enfermedad.
Durante la temporada 2003-2004, Messi alcanzó, con sólo 16 años, el gran sueño de debutar con el primer equipo en un partido amistoso ante el Oporto, que sirvió para inaugurar el nuevo estadio Do Dragao. Ya en la temporada siguiente, la de la decimoséptima Liga, "La pulga" hizo su estreno oficial con el primer equipo. Fue el 16 de octubre del 2004 ante el Espanyol en el derby, que el Barça ganó en Montjuïc (0-1).
En el Mundial Sub 20 de Holanda del 2005, Messi, además de proclamarse campeón vistiendo la camiseta Argentina, acabó como máximo goleador y fue escogido mejor jugador del torneo. Ésta fue, sin duda, su consagración definitiva en el fútbol internacional con sólo 18 años de edad. Esto es una muestra de que cuando se quiere se puede... verdad.
MUNDIAL
Lo único que le falta por ganar es una Copa Mundial, ya que en Sudáfrica su selección no logró pasar de cuartos de final.