
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Su nieta los acomoda afuera de la casa porque no soportan el calor.
Entre sus necesidades está la falta de alimentos, medicamentos y hasta camas con colchones adecuados para dormir.
Wenceslao sufrió un derrame y no camina, por lo que pasa todo el día acostado en una cama improvisada con un colchón viejo, que es incómodo.
Mientras, Pedro sufre de dolores en el cuerpo, él camina poco y se ha caído varias veces porque la vieja andadera prestada que tiene no le funciona muy bien.
Para Cecilia Mendoza, nieta de estos señores, es preocupante lo que viven a diario, ya que por la condición de los ancianos ella les da terapias, ya que no los pueden sacar de la casa porque hay que pasar por una quebrada y la condición de los ancianos no da para mucho.
Estos abuelitos no tienen silla de ruedas y necesitan pañales desechables, pero una casa adecuada mejoraría su condición de vida, ya que están todo el día afuera de la vivienda por el calor.
“Saco una cama y los acuesto en el portal porque es sofocante estar dentro de los cuartos de zinc”, comentó.
Por su parte, Rubén Bernal, vecino de estos abuelitos, manifestó que aunque se les da la ayuda de los “100 para los de 70”, ellos no tienen seguro y hay que comprarles los medicamentos.
La vida de estos ancianos es como la de muchos en los campos de La Pintada, por lo que solo piden una oportunidad para vivir dignamente los años que les quedan.