Él considera que es un hombre muy echa'o pa'lante. Gerardo Mitre, de 38 años, es un humilde trabajador que apenas este lunes emprendió labores en el kiosco El Varón, ubicado al final de la Avenida 3 de Noviembre en la 5 de Mayo.

Allá vende batidos de frutas naturales, como de piña y de borojó, entre otros. Además, tiene a disposición del público empanadas y frituras.

El local pertenece a su hermana, quien le brindó la oportunidad en vista de que se le acabó el contrato de vendedor de pescado en el Mercado Público de Colón.

Su decisión de venirse de la costa atlántica a la capital no fue fácil, pero sí necesaria. En su casa, ubicada en el sector de Playa Langosta, dejó a su esposa e hijastro, a quien debe mantener con las ganancias diarias.

Contó a DIAaDIA que no los abandonará, pues los visitará los fines de semana que está libre. Por el momento, se queda en casa de su hermana en la capital, después que realiza su faena en un horario de 5 a.m. a 9 p.m.

En sus primeros días le ha ido un poco regular, aunque es optimista al decir que "vendrán días buenos". A pesar de que está empezando, su espíritu de lucha es inmenso, pues sabe que se viven días duros.