¡No se amarró la boca!. Britney le dio duro a las papitas y a la soda en sus vacaciones y ahora la báscula le pasó factura, al subir 14 libras en un mes.
A raíz de estos cambios, la cantante se la pasa llorando y por eso su padre Jamie Spear le puso una dieta.
Otro que está así es su ex Kevin Federline, quien subió más de 40 libras. Bueno, para algo están sirviendo las mensualidades que le pasa la princesa del pop. ¡Wao!