A sus 75 años, Elías Alonzo no se da por vencido y es que cada mañana se levanta con ganas de seguir trabajando la tierra para así poder alimentarse.

"Maestro Elías", como le llaman los lugareños de Florida en Capira, vive solo en una casa de madera. Sus ganas de seguir adelante se sustenta en sus hijos y nietos a los cuales quiere mucho y les brinda lo poco que puede con sus siembras de arroz, yuca, plátano, café entre otros, que son para consumo propio.

"Las cosas en este tiempo están muy caras, por lo que uno mismo tiene que buscar cómo alimentarse, ya no es igual como hace unos años atrás que un dólar alcanzaba para muchas cosas. Cuando necesito para pasaje o ir a la ciudad, al médico, tengo que vender en el pueblo algunas de las cosas que cosecho", relató Elías.

Aparte de sus siembras, también cuida sus pollos y les da maíz para que estén bien alimentados. Si él se ausenta por unos días, siempre deja a alguien responsable para que le cuide sus animalitos.

Este abuelo no se mudaría de su pedacito de tierra, aunque le ofrezcan mucho dinero, porque es allí donde vio crecer a sus siete hijos y compartió la vida con su esposa. Es esta la razón por la cual llegan sus nietos a visitarlos con frecuencia al lugar donde guardan bellos recuerdos.

Como el señor Elías hay mucha gente que vive esta realidad en nuestros campos, que con perseverancia han sabido sacar adelante lo que Dios les ha dejado, en este caso es la tierra a las que ellos tratan con mucho amor para que les proporcione alimentos.

GRATITUD

Siente mucho amor por la tierra y valora el esfuerzo que se ha hecho. Este es el legado que ha dejado el abuelo Elías Alonzo.