
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
El jugador Antonio Salamín conduce el balón ante un adversario de la FAECO.
Foto: Anayansi Gamez
En el encuentro, celebrado en la tarde del viernes en la renovada cancha del estadio de la UP, los fanáticos fueron testigo de la furia de ambos planteles, que daban muestras por medio de los pases, toques y jugadas que nadie había acudido a la cita con sentimientos de perdón ni mucho menos de consideración.
Una vez en el terreno de juego, las miradas cruzadas lanzaban advertencias de una guerra a muerte, cuando sonó el pitazo inicial y empezó lo bueno, un partido cargado de adrenalina.
A pocos minutos del comienzo, el equipo de la Facultad de Comunicación Social se hizo sentir y anotó su primer tanto. Caminó el reloj a su paso, y nuevamente los de la camiseta amarilla apuntaron directo a las redes del enemigo para conseguir el segundo gol, pero las risas se les borraron de sus caras cuando la FAECO acercó el marcador con su primer gol, para poner fin a la primera parte del partido final.
Avanzó la jornada con el segundo tiempo y, nuevamente, la FAECO anotó para igualar el tablero a 2-2, todo cambiaba ahora, y los rostros de los comunicadores sociales daban señales de angustia y desesperación, pues se fueron en blanco y no lograron romper el empate.
En el tiempo extra no sucedió lo que ambos equipos esperaban, por lo que se tuvieron que ir a tanda de penales.
Entonces, se oscureció el cielo y las gradas quedaron en silencio, porque los nudos en las gargantas asfixiaban las voces.
Pero este episodio tenía que culminar pronto y, de ello se encargaron Luis Pinzón, Ernesto Gutiérrez, Uver Umaña y Mixael Rodríguez, quienes dieron un tiro al blanco, para otorgarle el título a la Facultad de Comunicación Social sobre la FAECO por 4 goles a 2.
Y así finalizó este torneo cardíaco, que buscaba la selección para representar a la UP en próximos torneos internacionales.
Cabe mencionar que el premio al Jugador más Valioso de la Liga y Máximo Anotador -con 14 goles- fue para Ernesto “Rommelín” Gutiérrez, hermano de la leyenda del fútbol nacional, Rommel Fernández.