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Un desagradable amanecer Otros daños
Héctor y Bellanira quedaron a la intemperie cuando un árbol cayó sobre su vivienda. Sus padres (al fondo), tratan de recoger las ramas. (Foto: : HERMES GONZÁLEZ/E. MONTENEGRO/D. CORTEZ)

Milagros Murillo F. | DIAaDIA

Los tomó por sorpresa. Héctor González trabaja como colaborador en la Cruz Roja de Chepo y por más de cinco años ha estado ayudando a personas afectadas por distintos fenómenos, pero ayer, él y su esposa Bellanira, quien también es voluntaria de la institución, se convirtieron en víctimas de la naturaleza.

Eran pasadas las 5:00 a.m., cuando apenas empezaba la faena del día. Bellanira había puesto el café en el fogón de la casa de madera y pencas, ubicada en Río Rubén de Tortí, cuando repentinamente un fuerte viento sopló y arrancó de raíz un árbol que cayó sobre la vivienda, que con esfuerzo lograron construir.

Héctor contó que corrían alrededor de la vivienda buscando refugio, pero las ramas no los dejaban salir. Finalmente, llegaron hasta la casa de sus padres para guarecerse. Esta casa también fue afectada.

"HABIA QUE AYUDAR"

Tan pronto pasó el peligro, con machete en mano, el rescatista y su familia empezaron a remover las ramas que cubrieron la casa. Pero tuvo que dejar la labor, pues a la vivienda más cercana también le cayó un enorme árbol, cuyas ramas golpearon a la señora Jacqueline Ríos cuando, junto a su esposo, trataba de poner a salvo a sus bebés de dos años y siete meses.

La gente de Tortí estaba asustada, pues aseguran que nunca había ocurrido algo similar. Todos coincidieron en que primero sopló el viento y después llegó la lluvia. No había manera de guardar sus enseres y salvar sus vidas. Fue prácticamente un milagro. Además, gran parte del corregimiento quedó sin luz.

A un costado de la vía se veían los árboles y palmas que estaban sacados de raíz, incluso, algunos obstruyeron el paso vehicular.

Otra familia que quedó a la intemperie fue la Nieto Gaitán, que viven en Loma Bonita, en Tortí. La señora Nereida contó que hasta la comida de reserva se les mojó, pues el techo de la sala y de la cocina se desprendió en su totalidad. Por fortuna, sus hijos estaban en los cuartos y nada les pasó.

AUSENTISMO

La escuela de Loma Bonita estaba vacía, ya que de los 79 estudiantes matriculados, sólo 14 asistieron a clases, según relató Alcides Frías, director del plantel, que por fortuna sólo tuvo problemas con parte del techo de pencas del rancho donde se realizan algunos actos.

Muchas de las residencia de los niños y niñas fueron afectadas.





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