Si desea que sus hijos sean personas sin complejos ni prejuicios, fomente en su familia la expresión de sentimientos. Esto los convertirá en adultos emocionalmente estables.
CONSEJOS:
Escúchelos atentamente sin intervenir, hasta conocer los problemas en su totalidad. Dele tiempo suficiente para que se explique, permitiéndole llegar a sus propias conclusiones. Concédale credibilidad y confianza a sus sentimientos. No haga juicios previos, etiquetando a sus niños. Evite frases como "eres un llorón", "eres demasiado tímido", "nunca aprenderás a defenderte", porque perderán la confianza en usted.
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