Tragedia sin fin
Las actividades que para los jóvenes de su edad parecen sin importancia, para Hiromi son toda una odisea. (Foto: Jesús Simmons / Archivo EPASA)

Evidelia Velásquez y DidierGil | DIAaDIA

A sus 22 años, Hiromi Cedeño nunca pensó estar sin una de sus piernas, y mucho menos por causa de uno de esos conductores irresponsables que hacen regatas y no piensan en las personas que depositan su confianza en ellos para trasladarse de un lugar a otro.

Después de nueve meses de la tragedia, Hiromi dice, con una sonrisa como de quien esquiva la verdad: “Yo sé que esto no terminará nunca, porque jamás recuperaré mi pierna, pero hasta ahora no acepto estar así”. Con estas palabras comenzó el relato de cómo ese hecho le cambió la vida.

Según Hiromi, la vida le dio un giro de 180 grados el 9 de octubre de 2004, cuando un bus de la ruta Vacamonte-Panamá, que hacía regata con un taxi, colisionó. Ella se salió por un volquete que se le hizo al bus y perdió su pierna. Aunque su familia la ha apoyado en todo, ya nada es igual. Las diversiones, paseos, ni siquiera algo tan común como abordar un taxi es agradable, pues a los taxistas no les gusta llevarla por el tiempo que demora en subirse y bajarse del auto.

Todo se ha vuelto tan difícil en su vida, tuvo que cambiar sus actividades por las terapias y visitas al sicólogo; cambio que ocasiona a la familia de Hiromi un gasto de B/.60.00 por semana, sólo en transporte, el cual es difícil de sufragar a causa de que ningún miembro de su familia trabaja, dependen únicamente de la ayuda que le brindan sus familiares.

Además, necesita una prótesis modular que tiene un valor aproximado de B/.3, 000, por lo que abrió la cuenta No. 33-4946-28 en el Banco Nacional, con la esperanza de que se solidaricen con ella para lograr este objetivo. “Estoy dispuesta a trabajar porque me siento muy competente”, dijo Hiromi.

SUEñOS

Hiromi tiene cuatro deseos: que se le haga justicia, sancionando a estas personas duramente para que no vuelvan a cometer el mismo delito; aprender a conducir auto; tener una prótesis mejor que la que tiene y, por último, un auto que le facilite la movilización, ya que éste es el mayor problema que ella tiene.

Cada año las regatas entre buseros causan muchos hechos lamentables donde personas de todas las edades quedan sin miembros de sus cuerpos o, simplemente, fallecen.

Rafael Pittí, asesor de la Autoridad del Tránsito, contó que el tema de las regatas sigue siendo preocupante debido al número de víctimas reportadas. Detalló que en los últimos diez años se han registrado 2 mil 74 regatas; sin embargo, no precisó cifras de víctimas, pues se está haciendo un estudio sobre este tema, además de algunos lugares donde frecuentemente se hacen las famosas regatas.

También dijo que en los últimos diez años se asocian a esta problemática las infracciones por velocidad excesiva, de las cuales tienen reportadas 71 mil 704 multas.

NO ESTAN DE MANOS ATADAS

¿Qué está haciendo la ATTT para enfrentar este problema? DIAaDIA conoció que a partir del próximo 28 de julio se reabrirá el Consejo Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, organismo que fue creado desde 1993; no obstante, está inoperante.

De esta oficina, Rafael Pittí está designado como secretario ejecutivo, por lo que explicó que éste es un organismo consultor, tal como lo establece la Ley, basado en una serie de recomendaciones, planes y programas de educación vial. Entre ellas, una mejor señalización en las calles, además de un agresivo plan de semaforización para que éstas sean parte de la solución al problema.

¡QUE LOS MULTEN!

Pittí adelantó que se está elaborando un nuevo Reglamento de Tránsito y se están tomando medidas coercitivas muy severas, debido a que anteriormente hubo mucha flexibilidad con las personas que infringen dichas normas. No quiso dar mayores detalles hasta que el Decreto Ejecutivo sea sancionado.

Estimó que las sanciones por regatas serán de una cifra mayor a 2 mil 500 dólares, pues tendrán otras sanciones colaterales. Comentó que en muchos países de Estados Unidos los vehículos sancionados con esta práctica son triturados, pero que en Panamá no serán tan enérgicos.

Por otro lado, el mayor Jorge Miranda, director de Operaciones del Tránsito, dijo que la ley de tránsito incluye medidas como el uso de reguladores (Gobernador) de velocidad que deben ser instalados en los buses y revisados cada cierto tiempo por las autoridades, y que no se han puesto en práctica. Ese tipo de acciones conllevarían a reducir en gran medida las regatas, porque le impediría a un conductor rebasar la velocidad permitida.

El Consejo de Tránsito y Seguridad Vial está orientado a la creación de mecanismos que permitan a todos los entes involucrados como las organizaciones de transporte, la ATTT, entre otros, acciones que promuevan mejorar la seguridad vial en el país. Además, incluye el desarrollo de campañas de concienciación y de orientación hacia los conductores y usuarios del transporte público.

La mejor prevención viene de la ayuda ciudadana, y es muy importante que la comunidad se comprometa y cuando se da un caso, dé su aporte como testigo, enfatizó Miranda.

Esto contribuirá a fomentar el respeto al reglamento de tránsito.

ESTADISTICAS

En los últimos 10 años la ATTT ha registrado 2 mil 74 regatas.

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